Vi@Euskalmitología. Daniel Oholeguy
LA LEYENDA DE ERROLAN
Cuentan las antiguas voces de Euskal Herria, la leyenda de Errolan. Y cada lugar tiene su versión. Hace varias décadas, el vasco Atotxa, me contó que se trataba de un jentil, el último de ellos. De fuerza descomunal, de enorme talla y ciertamente era muy resentido. Cuando el resto de los jentiles, se marchó al mundo subterráneo que Amalur hizo crear a Mairi. Errolan se quedó en una cueva, cerca del valle de Arragoiti, junto a una cabra que le daba leche para alimentarle.
Solo, en esa cueva, su resentimiento fue cada vez mayor, hasta que, siendo ya un muchacho, se unió a las hordas de Carlomagno, con la intención de destruir Navarra.
Para lograr la aceptación de Carlomagno, se le ocurrió destruir la Iglesia que se halla al pie del monte Iga, cuando estaba llena de fieles. Siempre acompañado de su cabra, escaló el monte, y desde allí empujó una enorme roca para tirarla sobre la iglesia. En ese momento, pisó el excremento de su cabra, y resbaló cayendo roca y jentil hasta el valle. Terminaron en Urrotz, donde aún se puede ver semejante piedra.
Avergonzado por su yerro, se internó en el monte, y allí se le apareció Amalur en todo su esplendor, y le dijo: “¿Porqué acosas a mi gente? Tu fuiste creado para estar al servicio del hombre, y no para apoyar su afán de conquista.”
El jentil, respondió: “Perdona Señora mi maldad y mi resentimiento absurdo, de aquí en adelante estaré al servicio del pueblo vasco. Ordéname lo que quieras, que yo obedeceré”
Amalur, lo puso en el prado de Alta, en la sierra de Aralar, para observar que ningun conquistador con afan de conquista moleste al pueblo vasco. Allí quedó Errolan, hasta que, luego de varios siglos, se convirtió en piedra. Aún se puede ver la piedra que es llamada por los vascos del lugar con el nombre de Errolan-arriya y conserva la forma de un hombre gigante…
Se dice que algun día que sea necesario, Errolan romperá la piedra en que se ha convertido, para defender al pueblo vasco de alguna agresión externa.
Amalur asi lo prometió… Y las promesas de la Madre, siempre se cumplen. Con que… ¡Cuidado conquistadores! Errolan algun día despertará y entonces, el castigo puede ser terrible. Se dice que si despertaba en el siglo XVIII, no menos que una legion debería atacarle para tener posibilidades; si fuera en el siglo XIX sería tan fuerte como un ejercito; si esto ocurriera en el siglo XX, sería una fuerza imparable, que podría contra varios ejércitos. Si despertase en el siglo XXI, nada ni nadie lo podrá detener. Muchos dicen que la leyenda de Errolan es la alegoría del país vasco mismo, que en su renacer, será la futura potencia mundial, el país que generará un desarrollo tan sostenible, que su única salida será el éxito como sociedad. Hoy podríamos agregar: “Quien quiera oir… ¡Que oiga!