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Virgen de Umbe
La Virgen de Umbe (o Virgen Pura Dolorosa de Umbe) es una advocación mariana que se venera en la localidad de Lauquíniz (Vizcaya), en el País Vasco (España), en el santuario de su nombre, situado en el Monte de Umbe, a 12 km de Bilbao.
Historia
La historia cuenta que el 25 de marzo de 1941 se le apareció por primera vez la Bienaventurada Virgen María a Felisa Sistiaga (1908-1990). Desde entonces han sido varias decenas de veces las que se le ha aparecido. El último mensaje de la Virgen tuvo lugar el 8 de diciembre de 1988.
Felisa falleció el 10 de febrero de 1990 y cumpliendo el mandato de su madre, sus hijos procedieron ante notario, el 9 de marzo del mismo año, a la apertura de un sobre cerrado en el que ella guardaba celosamente un mensaje y un objeto, para que fuera abierto después de su muerte. Todo ello por encargo de la Santísima Virgen.
Procesiones
Por orden de la Virgen María se levantó una capilla. Desde entonces miles de personas visitan el lugar cada año en busca de un milagro para sus dolores, siendo el primer sábado del mes de septiembre el día más importante de la Virgen, donde se reúnen más de 53 autocares y decenas de coches particulares. Según parece el agua de uno de los pozos, a pesar de no ser potable, es milagrosa. Prueba de ello en la capilla de la virgen se hallan montones de objetos pertenecientes de gente ya sanada.
Las Miradas de Jose Asensio Larrinaga 
Estuve en Monte Umbe en vida de Felisa Sistiga y de su marido, curado de un cáncer en los huesos (no podía llevar 1 kgr. en una mano, si no llevaba otro kilo en la otra). También conocí a sus hijas y nieto@s. Volví mucha veces desde Zaragoza, normalmente con unos amigos (Teo y Chon. Y con uno -y en alguna ocasión, dos, de los hermanos Matute-
Recuerdo una noche en lla que rezando el Rosario, Felisa tuvo una aparición: empezó a ‘andar’ de rodillas hacia donde, al parecer, estaba manifestándose la Virgen, produciendo un gran estruendo en el piso de madera. Nadie más vimos nada, excepto Felisa, claro.
Cuando, al finalizar la aparición y el Santo Rosario, salíamos por el pasillo de la casa para irnos, empecé a oler un intensísimo aroma a nardos (no supe que era de nardo, hasta que un par de años después, en el jardincito a la entrada de la Cripta de la Basílica de Santa Engracia de Zaragoza, percibí el mismo olor: pregunté que´flores eran esas y me dijeron que ‘nardos’.
Luego me dijeron que cuando ocurre ésto, es que la Santísima Virgen muestra un amor, una predilección por esa persona…
Ahora le pido -y ruego vuestra oración- que me libre del terrorismo psicotrónico, criminal que sufro (en manos del ejército, sin duda) hace ya casi un año. Con el agravante de que me ocurre, a diario, sin saber por qué.
AMÉN