Vi@Euskalmitología. Daniel Oholeguy.
LA LEYENDA DEL HAYA
El Haya, tiene una leyenda casi tan antigua como la del roble. Dicen las antiguas voces de Euskal Herria, que en la antigüedad, había menos variedades de árboles, pero hubo un pastor, Recalde, que criaba sus cerdos y tomaba Betizu. (Ese ganado vacuno salvaje, ya hoy prácticamente desaparecido, y que forma parte importante del simbolismo mitológico).
Los alimentaba con pastoreo, pero luego de uno de esos veranos extremadamente cálidos que algunos años se da en los Pirineos, las pasturas estaban secas, y Recalde temía por sus animales. Hombre de costumbres sanas, muy devoto de Mari, como buen vasco, este pastor un día llevó muy lejos al ganado para alimentarse, la tarde lo sorprendió en un páramo casi sin hierbas. El sol le daba perpendicular desde lo alto, y ya estaba desfalleciente.
Así pidió a Mari: -“Señora creadora de todas las cosas, no permitas que mueran mis animales, porque serán el único alimento de mis vecinos. No me importa morir, si al menos sirvo para ayudar a los míos”-.
Ya desfalleciente, se sentó y frente a él, se abrió una zanja en la tierra, donde brotó agua fresca, a su lado, una mujer extremadamente bella, junto a un carnero le sonreía. Enseguida se dio cuenta que Mari en persona le estaba ayudando, y así le dijo: -“Hijo mío, has demostrado ser un buen vasco, no te importa dar la vida si es en beneficio de tus vecinos. Te daré pasturas, y lo que necesitas tu y tu ganado, y haré crecer un árbol que te dará buena sombra. Este árbol crecerá en toda la tierra, para que nadie tenga que pasar tu sufrimiento. Se llamará Haya, y brindará sombra a quien lo requiera, pero no permitirá crecer ni la hierba bajo de sí, eso es para que recuerden por siempre mi promesa”-.
Cuentan que antes que Recalde pudiera agradecerle, montó su carnero y desapareció. Al lado del pastor, creció en un momento un gran árbol de copa frondosa, con que cubrió de sombra un espacio enorme.
Desde entonces el Haya, es un árbol considerado benefactor de los pastores, y hay infinidad de leyendas relacionadas con él.
Las Miradas de Jose Asensio Larrinaga 